La obra Medea de Eurípides está vista como atrocidad en
cualquier época ¿Cómo una madre podría matar a sus hijos? Para realizarlo la
protagonista principal miente, engaña, manipula a los otros personajes que caen
en su trampa. El hombre es el que queda totalmente destruido al final de la
obra por la acción de la mujer.
En este ensayo se
analizará la oposición realidad – apariencia de Medea de Eurípides.
Medea al principio de
la historia se ve como la desafortunada: se queda sin esposo; sin tierra a
donde permanecer. Ella sufre mucho en el momento que analiza su situación y se
la ve despechada y sin consuelo. Todo lo contrario le sucede a Jasón, que en
ese momento estaba comprometido con una joven princesa (ahora Jasón era parte
de la realeza), contaba con una tierra donde vivir y era visto como un héroe.
Él era el que se mostraba dominante y distante ante Medea.
“serás expulsada de
su territorio a causa de tus palabras sin fundamento. Pero para mí es una cuestión
sin importancia.”
Medea al querer
realizar su venganza esconde toda su maldad y su enojo, y se pone en la piel de
una mujer sufrida, arrepentida e inferior ante Jasón y Creonte. La hechicera
demuestra sus grandes habilidades para la mentira y para actuar en este momento
de la obra. Ella busca un poco de piedad de parte de esos hombres para poder
quedarse un día más en Corinto y se rebaja muchísimo para ello:
“¡Ay, desdichada,
completamente destruida, ceso de existir! Mis enemigos despliegan la totalidad
de sus velas y no hay escape de esta desgracia que resulte fácil de alcanzar.”
Totalmente distinto a
como se la veía cuando comenzó a elaborar su venganza y le contaba al coro
sobre su malvada idea, y también sobre el odio que le tiene a Jasón.
Ante el deseo de toda
madre de que sus hijos sanos y salvos se encuentra el deber de tomar venganza en
contra de su ex esposo y asesinar a sus propios hijos. Si bien esta malvada
hechicera ama a sus hijos, ella sabe que matando a sus hijos, al rey y a la
nueva esposa de Jasón, le causará un gran dolor a su ex esposo y este quedara
completamente solo.
Cuando Jasón se
entera de la muerte de sus hijos entra desesperadamente al castillo para
buscarlos pero no puede encontrar a sus hijos vivos ni muertos, ellos no están allí.
En ese momento, Medea aparece en una carrosa arrastrada por dragones y dice
tener los cuerpos de sus hijos con ella. Él ruega que se los entregue para
poder darles un entierro honorable pero ella se niega y se marcha.
Con este final se muestra
a Jasón destruido y muy dolido, quien estaba en la cima quedo en ruina, al
igual que Medea al principio de la historia. Ahora ella se marcha triunfante
hacia la tierra de Egeo mientras que Jasón queda solo y dolido. Ahí queda al
desnudo la hipocresía y la mentira de Medea para poder llevar a cabo su
efectiva venganza.
Eurípides. Medea, Buenos Aires, Biblos, 2007